jueves, 13 de diciembre de 2012

Los Papamontis

La cumbre semestral del pasado jueves nos mostró a unos jefes de estado y gobierno de la UE aliviados por los acuerdos sobre Grecia y la supervisión bancaria logrados ese mismo día y animados a seguir avanzando en la unión económica y monetaria (UEM). “Queda mucho por hacer, pero estoy satisfecho por el acuerdo sobre la supervisión bancaria única. Es un hito real hacia el fortalecimiento de la unión económica y monetaria”, afirmó el presidente no electo, Van Rompuy, al abrir la sesión. Quien también destacó la importancia del acuerdo sobre el supervisor bancario común logrado en la madrugada del jueves por los ministros del Ecofin, que supone “un verdadero hito en el refuerzo de la integración económica y monetaria y contribuirá a nuestra lucha por el crecimiento y el empleo”.


Y es también los medios españoles se mostraban exultantes ante la victoria que anunciaban de Guindos y Rajoy, quien decía que alrededor del 95% de los bancos españoles entrarían en el grupo de entidades supervisadas por el regulador único. Sin duda espera que no se repitan los fallos de los reguladores nacionales, porque piensa que los europeos son mas estrictos, e ignora que la naturaleza de la UE es la misma que nuestra partitocracia, ausencia de representación y ni rastro de separación de poderes. Sin embargo los alemanes no han querido confiar el destino de sus bancos a esta entidad reguladora supuestamente tan positiva, en lugar de ello han pedido una moratoria de un año para poner al día sus cuentas, para lo cual sin duda va a ayudar la fuga de capitales del sur de Europa provocada por al austeridad impuesta por Merkel.

Pero el tema de la semana ha sido la opereta italiana protagonizada por el hace un año defenestrado ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi que expresó su deseo de volver del ostracismo al que le mando el dúo Merkozy hace 13 meses. Esto junto con el anuncio de dimisión del no electo primer ministro Mario Monti hizo que la dudas sobre la confianza italiana se multiplicaran e hicieran temblar las bolsas de Milán y Madrid. La saga esta lejos de resolverse y en la víspera de la citada cumbre semestral de la UE trajo a Bruselas al señor Berlusconi, el cual se desdecía de lo anteriormente anunciado en un fluido francés.


Lo más grave del asunto es que ante esta situación los jerarcas no electos de Bruselas, encabezados por el ex Maoísta Barroso pedían que las elecciones, no se interpusieran en el camino de las reformas, lo cual fue garantizado por los políticos italianos al anunciar que salga quien salga elegido, van a continuar la política de austeridad, cuyos dudosos resultados se están haciendo notar en el sur de Europa. Para estos eurócratas no electos no cabe discusión acerca del fanatismo europeísta, ni siquiera en plena crisis, ellos van a dejar que en las elecciones se decida lo superficial -las caras- pero el contenido ya esta decido y no aceptaran que votación alguna en Europa se interponga en su "proyecto". Ya que según anunciaba Barroso la democracia en los estados nacionales europeas debe ser superada por las instituciones europeas, encabezadas por el Consejo de Europa y la Comisión Europea, que cada día se asemeja más un Soviet Supremo, parece que Barroso cumple así su antiguo sueño de Maoísta.

La situación de Italia nos trae a la cabeza los infaustos recuerdos de como llego al poder el señor Monti un martes y trece de noviembre del pasado año. Y llego en tiempos convulsos ya que tres días antes haba dimitido el que hoy ha hecho ademán de volver, Silvio Berlusconi. Fue forzado por Merkozy al haber rehusado a aplicar las medidas de austeridad dictadas por el eje franco-alemán. El cual se cobro su cabeza e impuso al ex comisario europeo y ex Goldman Sachs para dirigir la política transalpina. Esta se unía a la previa  imposición en Grecia de Lucas Papademos, conocido por los británicos como "Puppetdemos"(el títere). Imposición debida a la osadía del primer ministro Giorgios Papandreu - cuya cabeza obviamente rodó -  de pedir un referéndum para que los griegos tomasen la palabra en el asunto de las draconianas medidas impuestas por el Eje.


Así fue como el dúo Merkozy nos impuso al dúo Papamonti, con la aquiescencia de la clase política y la mayoría de los medios de comunicación Europeos, para vergüenza de cualquier demócrata y símbolo de quien manda de verdad en Europa. Ese Eje hoy día limitado a una Canciller, no electa mas que en su país, y por un sistema proporcional, pero que dirige los destinos del continente con mano dura para el sur y pasteleo con los del norte, en una Europa cada vez mas dividida.

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